Las casas son un producto del diseño, así como los lugares del mundo digital, porque determinan la forma en la que nos movemos, sentimos y funcionamos cada día. Al igual que la UX (experiencia de usuario) se centra en hacer que las experiencias sean intuitivas y satisfactorias en el mundo digital, la UX aplicada a la arquitectura e interiores puede mejorar los espacios para que se adapten a nuestra vida en el mundo físico. Se trata de crear entornos que no sólo tengan buen aspecto, sino que funcionen para habitar en ellos; algo que siempre había sido el área de competencia de los arquitectos. Por lo tanto, en este sentido, puede ser enriquecedor fijarnos en otras disciplinas interprofesionales para ver en qué nos pueden aportar nuevos puntos de vista, técnicas y principios que podamos aplicar. Hoy nos fijaremos en la experiencia de usuario, que es una disciplina principalmente digital que tiene mucho en común con la arquitectura y el diseño del mundo físico, ambos interdisciplinarios y estrechamente relacionados, como veremos a continuación.
¿Qué es la experiencia del usuario (UX) y dónde se origina?
La mayoría de la gente identifica el término UX con sitios web y aplicaciones. UX son las siglas en inglés de “User Experience”, un campo nacido de la revolución digital con el objetivo de que los productos, las interfaces y los servicios satisfagan las necesidades humanas reales de forma intuitiva y agradable. En esencia, trata de cómo se siente una persona cuando interactúa con algo, desde la facilidad de uso hasta la satisfacción emocional.

Donald Norman en la UCSD, a mediados de los 80
Las raíces de la UX van más allá de Internet. Esta disciplina se basa en la psicología, las ciencias cognitivas, el diseño y la ergonomía. Tomó forma formal en los años 90, cuando Don Norman, profesor emérito en psicología y director fundador del departamento de ciencia cognitiva en la UCSD (Universidad de California en San Diego), comenzó a trabajar en Apple y allí acuñó el término «diseño de la experiencia del usuario» para abarcar algo más que la usabilidad; sino el recorrido completo que una persona hace con un producto o sistema.
Pero la experiencia de usuario no se limita a las pantallas. De hecho, la UX se ha convertido en una parte crucial de muchas industrias hoy en día, directamente vinculada al éxito de innumerables productos y aplicaciones, dando forma a cómo compramos, nos comunicamos y vivimos más cómodamente. Se puede decir que muchas de las tendencias que originaron en formato digital se transfieren hacia el diseño en el mundo físico.
Los mismos principios que guían el diseño de una compra en línea sin fricciones o contratiempos pueden ayudarnos a dar forma a nuestros espacios físicos. Pensemos en la casa no solo como una estructura, sino como una interfaz viva por la que uno navega, y en la que se crean hábitos cada día.
¿Por qué interrelacionar UX con arquitectura?
Tanto la UX como la arquitectura se basan en la psicología, la teoría del diseño, la ergonomía e incluso la sociología. Al ser intrínsecamente interdisciplinares, pueden informarse y enriquecerse mutuamente de forma poderosa. Aplicar el pensamiento UX a la arquitectura puede ayudar a crear espacios que responden más detalladamente al comportamiento humano, mientras que las lecciones del espacio físico también pueden inspirar mejores experiencias digitales. Si algo tienen en común todos los campos relacionados con la arquitectura y la UX es que crean entornos, o mejor dicho, los modifican de determinadas maneras. De hecho, en sus principios, la UX tomaba prestada muchas de sus decisiones eskeuomórficas de la arquitectura física (fondos de páginas web con aspecto de paredes de ladrillos, columnas, arcos o incluso la estructura de los edificios para crear una sensación de escala y profundidad).
También se trata de un enfoque diferente de las necesidades del usuario. La arquitectura tradicional suele hacer mucho hincapié en el contexto: cómo encaja un edificio en su entorno, cómo se relaciona con las estructuras vecinas o cómo configura el paisaje urbano. Aunque esta perspectiva es importante, a veces deja de lado la experiencia diaria del usuario. La investigación de las necesidades humanas puede verse eclipsada por intereses comerciales, declaraciones estéticas o exigencias de zonificación. El resultado es que las consideraciones centradas en el usuario no siempre tienen la prioridad que deberían.

En cambio, el diseño UX empieza por el usuario y, de hecho, lo hace de forma radical. Se basa casi enteramente en una investigación detallada del usuario, mapas de empatía, prototipos iterativos y pruebas constantes en el mercado real. Los productos se lanzan con sólidos análisis para saber exactamente cómo se comporta la gente y, gracias a la granularidad del análisis que permite el formato digital, se consiguen datos mucho más detallados y actuales. Los objetivos empresariales siguen desempeñando un papel importante, pero la experiencia y la satisfacción del usuario son métricas fundamentales del éxito. La atención, la retención y la permanencia son las máximas a las que se aspira. Por este motivo, la experiencia del usuario aporta de forma rutinaria nuevos conocimientos sobre el comportamiento humano, conocimientos que podrían enriquecer significativamente el pensamiento arquitectónico si se tomaran prestados de forma más directa.
Además, la UX evoluciona a un ritmo más rápido que la arquitectura, que puede tardar años de pasar del diseño hasta construirse y comprobarse. Este bucle de aprendizaje acelerado significa que la UX a menudo descubre ideas centradas en las necesidades humanas nuevas; ideas que la arquitectura puede tomar prestadas para mejorar la manera en que damos forma a los espacios físicos. En cierto modo, la experiencia del usuario se convierte en un laboratorio que avanza rápidamente para comprender cómo navegan, sienten y se comportan las personas en los entornos del diseño.
¿Cómo aplicar la UX a los espacios físicos en la práctica?
Seguro que las potenciales aplicaciones futuras van mucho más allá, pero basándonos en los principales pilares conceptualesde la UX hoy en día, describiremos unos ejemplos de cómo se pueden poner en práctica directamente a la arquitectura.
Una casa o un apartamento es el producto por excelencia que se utiliza a diario. Influye en el estado de ánimo, los niveles de estrés, la productividad e incluso la salud. Cuando observamos nuestra casa desde el punto de vista de la experiencia del usuario, empezamos a hacernos preguntas diferentes:
– ¿Apoya el diseño mis hábitos y rutinas? (Flujos de usuario)
– ¿Comunica cada habitación claramente su función? (Accesibilidad)
– ¿Hay puntos focales claros en el entorno o está desordenado? (Jerarquía visual)
– ¿Es fácil navegar por mi espacio? (Arquitectura y accesibilidad de la información)
– ¿Cómo me hace sentir mi espacio? (Diseño emocional)
Exploremos estos conceptos de UX y veamos cómo se aplican a tu entorno vital.
1. Flujos de usuario: diseño para un movimiento natural
En UX, los flujos de usuario trazan cómo alguien se mueve por una aplicación para completar un objetivo: comprar un producto, reservar un billete. En en una casa, los flujos diarios podrían ser:
* Despertar → baño → cocina → oficina
* Llegar a casa → dejar las llaves → colgar la chaqueta → relajarse en el salón
Un buen diseño hace que estos movimientos se realicen sin esfuerzo. Por ejemplo:
– Mantener los objetos de uso frecuente al alcance de la mano. No poner los platos de uso diario en el estante más alto. Mantener una pequeña bandeja junto a la cama para los vasos y el agua.
– Colocar una consola o ganchos junto a la entrada para llaves y bolsos. Añadir un banco para calzarse cómodamente. Instalar un pequeño espejo para las comprobaciones de última hora.
– Asegurarse de que los caminos no estén bloqueados por muebles para no zigzaguear incómodamente. Recoger las sillas después de usarlas. Colocar cestas debajo de las mesas en lugar de junto a ellas para mantener los pasillos despejados.
Cuando estos flujos son intuitivos, se ahorra energía (mental y física) y se reduce cierta frustración (a veces subconsciente).
2. Accesibilidad: espacios que señalan su uso
Una asequibilidad es una pista sobre cómo funciona algo. Un botón de una página web parece que se puede pulsar. El asa de una taza invita a cogerla.
En casa, la accesibilidad ayuda a los espacios a comunicar su propósito:
– Un sillón de felpa junto a una lámpara invita a la lectura.
– Un banco cerca de la puerta invita a ponerse los zapatos.
– Una isla de cocina con taburetes dice: «reúnanse aquí».
– Una acogedora ventana llena de cojines invita a relajarse.
– Una pizarra de pared junto a la cocina te recuerda que debes planificar las comidas.
– Un gran espejo en el pasillo invita a echar un vistazo antes de salir.
– Los ganchos junto a la puerta invitan a colgar sombreros y bolsos.
– Un pequeño estante con cargadores junto al sofá dice: «enchúfate aquí».
– Una alfombra de color vivo bajo la mesa del comedor convierte la zona en un punto de encuentro.
– Una estantería con una cómoda silla al lado sugiere: «siéntate y hojea».
Si un espacio no tiene una función clara, puede resultar incómodo o infrautilizado. Pensemos en cómo una mesa de comedor enterrada bajo el desorden deja de invitar a comer.

3. Jerarquía visual: guiar al ojo y a la mente
En una página web, la jerarquía visual utiliza el tamaño, el color y la ubicación para indicar lo que es importante. Los titulares son grandes. Las llamadas a la acción son en colores vivos.
Nuestra casa también tiene una jerarquía. Ciertas características atraen primero la mirada: una chimenea, una gran ventana con vistas, una obra de arte llamativa.
Se puede diseñar esto intencionadamente:
– Colocar los asientos frente a la mejor vista o punto focal.
– Utilizar la iluminación para resaltar las obras de arte o los elementos arquitectónicos.
– Mantener ordenadas las principales líneas de visión; dejar que el almacenamiento oculte el desorden.
– Colgar cortinas más altas y anchas para atraer la mirada hacia arriba.
– Utilizar cojines o mantas que contrastan para resaltar una silla.
– Colocar la decoración en grupos impares para conseguir un enfoque natural.
– Colocar una planta cerca de las ventanas para atraer la atención hacia el exterior.
– Elegir una alfombra llamativa para anclar visualmente el espacio.
– Añadir espejos para reflejar la luz y multiplicar los focos de atención.
– Guardar el desorden en cestas decorativas para que los ojos se posen en los puntos destacados intencionados.
– Utilizar la iluminación por capas (lámparas de pie, apliques, velas) para crear profundidad visual.
Una jerarquía sólida calma la mente. Sin ella, las estancias resultan caóticas y estresantes.
4. Feedback: iluminación, texturas y respuestas emocionales
En UX, el feedback o retroalimentación indica que una acción ha funcionado: un botón cambia de color al pulsarlo. En los hogares, la retroalimentación es más sutil pero poderosa.
– Una luz que se enciende nos tranquiliza al instante.
– Las texturas suaves de un dormitorio indican que es hora de relajarse.
– El eco de un pasillo vacío puede resultar frío e inquietante.
– La suave brisa de una ventana te indica que puedes abrirte.
– El calor de un suelo iluminado por el sol invita a sentarse.
– El suave clic de un pestillo indica intimidad.
– El suave aroma de un difusor o incienso indica relajación.
– El silencio amortiguado de una gruesa alfombra bajo los pies calma el paso.
– El silencio de unas gruesas cortinas amortigua el ruido exterior, transmitiendo calma.
– Un suave crujido en los viejos suelos de madera indica que la casa está “viva”.
Elige materiales, colores e iluminación que emitan las señales adecuadas. Las luces cálidas y regulables ofrecen una respuesta suave por la noche. Los tiradores lisos, las alfombras de felpa o la piedra fría bajo los pies influyen en la percepción del espacio.
5. Accesibilidad: diseñar para todos los usuarios
Aunque en UX también se intenta adecuar el diseño hacia un público preferente en cada caso, una buena experiencia de usuario siempre tenderá a abrirse a un público más amplio que un hogar privado. Dependerá mucho de los gustos particulares de sus residentes, pero uno se puede inspirar en alguno de estos aspectos a tener en cuenta:
– Los objetos esenciales deben estar a una altura accesible.
– Asegurarse de que los pasillos son lo suficientemente anchos para cochecitos o ayudas a la movilidad.
– Evitar suelos resbaladizos en zonas húmedas.
– Instalar barras de apoyo en los cuartos de baño.
– Utilizar tiradores de palanca en lugar de pomos para facilitar el agarre.
– Asegurarse de que los interruptores de la luz están a una altura accesible.
– Incluir asientos en los pasillos largos o cerca de las entradas.
– Elegir colores que contrasten en los bordes de los escalones para evitar tropiezos.
– Optar por umbrales enrasados o de perfil bajo para reducir los tropiezos.
– Mantener los pasillos libres de alfombras que puedan resbalar o amontonarse.
– Añadir luces que se activen con el movimiento en las zonas oscuras.
La accesibilidad no es un tema nuevo en arquitectura y puede que ahora no necesite tener en cuenta estas consideraciones, pero al diseñar una nueva construcción o reforma, puede que para el futuro nos aporten un hogar que sea adecuado en todas las etapas de la vida.

6. Diseño emocional: el factor alegría
Don Norman habló de tres niveles de diseño emocional:
1. Visceral: Impacto inmediato, como colores, formas, texturas.
2. Conductual: Cómo funciona en el uso diario.
3. Reflexivo: El significado o los recuerdos que evoca.
En el hogar:
– Visceral: Una habitación iluminada por el sol nos puede hace sonreír nada más entrar, una obra de arte nos llama la atención, el tacto de la suave de la ropa de cama nos puede tranquilizar al instante.
– Comportamiento: El flujo de trabajo en la cocina es tan fluido que se cocina sin esfuerzo, los cajones se abren con una mano mientras se remueve, los interruptores de la luz están perfectamente colocados cuando se va de una habitación a otra.
– Reflexivo: Las fotos familiares, los recuerdos de viajes y las reliquias nos conectan con nuestra historia; una estantería llena de nuestras novelas favoritas cuenta quienes somos; una silla clásica nos trae buenos recuerdos.
Un espacio realmente satisfactorio que involucra a los tres niveles.
7. Cómo aplicar el pensamiento UX en casa
He aquí una forma sencilla de empezar:
1. Observar nuestras rutas diarias, lo que nos frustra, dónde se acumula el desorden.
2. Probar pequeños cambios. Reorganizar los muebles para mejorar la fluidez (por ejemplo, añadiendo una mesa auxiliar donde siempre se acaba dejando la taza).
3. Utilizar las zonas, definiendo claramente las que son de trabajo, juego y descanso. Incluso en apartamentos pequeños, las alfombras o la iluminación pueden delimitar espacios distintos.
4. Despejar las líneas de visión. Asegurarnos de que cuando miremos a través de una habitación haya algo agradable que atraiga nuestra mirada.
5. Personalizar a conciencia. Mezclando bases neutras tranquilizadoras con acentos personales y significativos.
Los principios que mencionamos en este artículo, seguramente sólo sean los más evidentes y generales que podemos trasladar de la UX hacia la arquitectura física. Algunos de ellos no son necesariamente nuevos descubrimientos, pero sin lugar a duda existen más capas de conocimiento detrás de la fachada y si uno se entretiene con el concepto del UX y sus principios, encontrará inspiración para más aplicaciones prácticas en el propio hogar, o en la profesión de la arquitectura e interiorismo.
En definitiva, todos podemos diseñar nuestra experiencia de usuario personal e individualizada. Nuestra casa es algo más que paredes y muebles; es la «interfaz» a través de la cual vivimos nuestras vidas. Aplicar los principios de la UX a la arquitectura y el interiorismo ayuda a crear espacios que no sólo son bellos, sino que apoyan intuitivamente nuestras rutinas y nuestro bienestar e, incluso, nuestra felicidad.
Así que la próxima vez que nos planteemos renovar nuestra casa, no pensemos solamente en el estilo. Pensemos en la facilidad de uso, la fluidez y la alegría que puede transmitirnos.
Referencias:
Nemeth, Adam. Connections between UX and Architecture (2017) Medium
Ukleja, Marcin. The intersection between Architecture and (so-called) UX Design (2018) UXdesign.cc
Gattupalli, Ankitha. Human-Centered Design: What Architects Can Learn from UX Designers (2022) Archdaily
Najjar, Reem. Architecture & UX: drawing parallels and identifying opportunities (2020) UXdesign.cc